
Nedko Solakov, “The Flying Saucer and the Cloud”, 2012, acrílico y dibujo a tinta sobre madera dorada, 55 x 62 x 12 cm.
Dibujos, pinturas, instalaciones, vídeos y performances constituyen la obra de Nedko Solakov (Cherven Briag, Bulgaria, 1957), quien a menudo puebla sus exposiciones de textos manuscritos y pequeños garabatos que pueden descubrirse en cualquier rincón, o que recorren notoriamente las paredes. Sus reflexiones personales en torno a la vida, el arte, la política o la sociedad suelen estar impregnadas de humor, ironía y aliento poético. Solakov se ríe de todo, especialmente de aquello que más le asusta, como para ahuyentar sus propios temores y vergüenzas. El fichero Top Secret (1989-1990) contiene su experiencia juvenil como colaborador de la policía secreta búlgara detallada en varias fichas clasificadas. En This is me, too (1996-2000), Solakov adopta otras identidades, como la de un copo de nieve gigante o la de un pato disecado. Para tranquilizar a quienes, como él, tienen fobia a volar, dispuso los divertidos textos de On the Wing (1999) sobre las alas de varios aviones Boeing 737, de tal modo que los pasajeros podían leerlos desde sus asientos. El proyecto El Búlgaro. The Sensational Discovery (2000) proponía el redescubrimiento de un pintor coetáneo de El Greco, cuya auténtica identidad vendría a coincidir con la del maestro cretense, quien tendría ascendencia búlgara y, en las noches toledanas de luna llena, pintaría cuadros con figuras lozanas y saludables, lejos de sus célebres, consumidas, siluetas.

Nedko Solakov, “Am I warm or cold?”, 2014, intervención mural en la Galerie Bob van Orsouw de Zürich.
En 2001, llevó a la Bienal de Venecia A Life (Black and White): dos trabajadores pintaban incesantemente, capa sobre capa, las paredes de una sala; uno, de blanco; el otro, de negro. En una ocasión, se entrevistó con los representantes en Bulgaria de Israel y Palestina para solicitarles un alto el fuego con motivo de su próxima visita a Tel Aviv; la respuesta de ambos representantes a su petición se grabó para componer el vídeo Negotiations (2003). Con gran espíritu irónico, ha llegado a exponer las obras que no había conseguido aún vender a través de sus galeristas en una muestra titulada sarcásticamente Leftovers (Sobrantes), que albergó la Kunsthaus Zürich en 2005.
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